El poder del No sé
Sólo sé que no sé nada, lo dijo Sócrates, según Platón, su alumno más famoso, pero no vengo a hablarte de filosofía, al contario, quiero hablarte como colega, así es, somos colegas, ambos tenemos hijos, pasamos nuestras horas y días pensando en ellos, en que harán, si les irá bien en el kínder, en el colegio, en el instituto, universidad, en el parque o en su matrimonio. No dejamos de ser padres nunca y eso me lo decían… mis padres, hoy los entiendo mucho y cada día más.
Como padres tenemos un gran inconveniente, no asistimos nunca a una escuela, instituto o universidad de padres y seamos honestos cuando hay escuela de padres en el colegio… no vas. Sí, sonrójate a mí también me ha pasado y no iba por el temor de que cuando me pregunten algo diga… No sé.
Por muchos años estaba prohibido decir esa palabra “maligna”, ¿Cómo no vas a saber?, ¡Tienes que saber!, no podíamos decir No sé, aunque sea diríamos algo (quizás alejado de la verdad), pero que si lo decíamos convencidos, la gente nos creería. Hoy en día tenemos mucha información, en algunos casos excesiva, sin embargo, bien canalizada, puede llegar a ser valiosa.
Comparto algo contigo, hoy en día decir No sé es la oportunidad de aprender algo nuevo, es tener el valor de admitir el desconocimiento de algo y que deseas aprenderlo para mejorar ya sea en tu vida personal o profesional. El No sé te abre puertas, te permite ser mejor y sobre todo te hace más humano.
Tus hijos no quieren un padre o una madre perfectos, te aman tal y como eres, te puedo asegurar que con los años van a valorar más tu sinceridad, amor y compañía en cada paso que da así no sepas como apoyarlos al inicio.